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Programa de 3º año de Ciclo Básico – Reformulación 2007

ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE EDUCACIÓN PÚBLICA

CONSEJO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA

INSPECCIÓN DE LITERATURA

PROGRAMA DE LITERATURA DE TERCER AÑO DE CICLO BÁSICO – REFORMULACIÓN 2007

 

FUNDAMENTACIÓN

 

El curso de 3º año de Ciclo Básico se constituye en el primer encuentro de los estudiantes con la asignatura y representa, por lo tanto, un gran desafío para los docentes, ya que es “la puerta de entrada” a los restantes cursos. A través de él se abre un componente especial para la construcción del conocimiento y del goce estético, por parte de los educandos, puesto que la Literatura es un modo de uso de la Lengua y una vía de manifestación del ser humano como individuo y como miembro de la comunidad. El discurso literario no es solamente una variedad de discurso lingüístico, sino también un producto cultural e histórico portador de valores y de determinadas visiones del mundo. La comprensión y la expresión están en la base de la interpretación de los textos, así como la obtención de información, la resolución de problemas, el autoconocimiento y el conocimiento y valoración de dicho mundo.

Es necesaria una correcta contextualización del fenómeno literario que contribuya a la estimulación del espíitu crítico de los alumnos, favoreciendo la comprensión de la importancia que el marco histórico, social y cultural tiene, pero al mismo tiempo ésta se hará para promover en ellos, de manera constante, una acercamiento gozoso a los textos objeto de estudio, que será lo que realmente haga posible una apropiación de los mismos.

En la realización de los educandos, por lo tanto, la Literatura logra desarrollar la capacidad de análisis a partir de los textos, generando, además, lectores selectivos y críticos. La actividad desarrollada en el aula no sólo deberá promover el desenvolvimiento de las macrohabilidades sino que enfatizará la capacidad de observación, comprensión, reflexión e inferencia, estimulando, especialmente, la sensibilidad estética y ética del alumnado.

El aprendizaje de la Literatura tiene que partir, necesariamente, del trabajo con los textos. De ellos se obtendrá tanto las nociones de teoría y crítica, como el acercamiento metodológico al comentario de textos. En uno y otro caso se comenzará reforzando las nociones más fácilmente asimilables (argumento, tema, caracterización de personajes…) y se avanzará teniendo en cuenta cuáles pueden ser los textos más apropiados en cada momento y según cada realidad áulica. La labor selectiva de las obras y fragmentos a trabajar, es una de las tareas que el docente deberá afrontar con sumo cuidado.

El análisis de los textos encaminará al estudiante a la argumentación y al respeto por la opinión del compañero, generando un auténtico espacio para el diálogo y fomentando la propia autocrítica. La enseñanza de la Literatura supone, entonces, un “proceso de construcción de significados culturales” que fortalece los principios básicos de la convivencia.

El trabajo de aula a nivel de la asignatura, pretenderá generar una profunda capacidad para el aprendizaje permanente. La construcción crítica del conocimiento necesita generar la “necesidad de aprender”. En este sentido, la Inspección ha subrayado muy especialmente que “la educación no debe limitarse al conocimiento de la disciplina como única dimensión sino también a la reflexión, a la capacidad de transformar y de retroalimentarse en la investigación acción”.

El Programa de la Reformulación 2007 debe adecuarse a una carga horaria de cuatro horas semanales, por lo que se intentó optimizar el manejo de los tiempos, sin realizar, en general, cambios en lo referente a los contenidos y a la organización de los mismos. Esto se debe a que es probada la funcionalidad y adecuación del mismo, al nivel en que se desarrolla.

Desde el punto de vista metodológico se apuesta a un mayor eclecticismo por parte de los docentes, en cuanto a la selección y abordaje de los contenidos, puesto que es a partir de la realidad áulica en donde dichos contenidos adquieren su real significación. Es por ello que el Plan anual deberá ser objeto constante de revisión y estar abierto a las reformulaciones necesarias de acuerdo a lo anteriormente señalado. La incorporación de estrategias innovadoras que desafíen una reflexión en profundidad (propuestas lúdicas, análisis comparados, situaciones problemáticas, etc.) favorecerán la motivación y una participación más comprometida de los estudiantes en la construcción de sus aprendizajes.

 

OBJETIVOS

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· Reconocer y analizar el hecho literario en sus diversas modalidades.

· Promover el gusto por la lectura.

· Propugnar una actitud crítica para la interpretación de los textos literarios.

· Desarrollar la producción oral y escrita.

· Impulsar la identificación de las especificidades del lenguaje literario, mediante la experimentación personal, el análisis, el reconocimiento y la generalización.

 

EVALUACIÓN

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“La evaluación es un proceso continuo de reunión e interpretación de información para valorar las decisiones tomadas en el diseño de un sistema de aprendizaje”. Esta definición abarca tres aspectos fundamentales: en primer lugar, la evaluación es un proceso continuo y no algo que se hace al final de un curso únicamente. Es un proceso que empieza antes de que se inicie el curso y sigue hasta el final de éste. En segundo lugar, el proceso de evaluación no está sujeto al azar, sino que se encuentra dirigido hacia una meta específica y su finalidad es encontrar respuesta sobre la forma de mejorar los aprendizajes. En tercer lugar, la evaluación requiere el uso de instrumentos de medición exactos y adecuados para reunir la información que permitirá saber cómo progresan dichos aprendizajes, cómo resultarán al final y cómo mejorarlos para la próxima vez.

Se realizará una evaluación diagnóstica al comienzo del curso. La misma permitirá identificar la realidad de los alumnos en cuanto a condiciones y posibilidades iniciales de aprendizaje. A su vez habilitará a tomar decisiones pertinentes para hacer el hecho educativo más eficaz, evitando procedimientos inadecuados.

La evaluación formativa, actividad sistemática y continua, tendrá por objeto proporcionar la información necesaria sobre el proceso educativo, con la finalidad de reajustar sus objetivos, rever críticamente los contenidos, la metodología y los recursos y materiales empleados, para en base a ello revisar las prácticas docentes, orientar a los estudiantes y retroalimentar el propio proceso de construcción de los aprendizajes. En el transcurso de la evaluación formativa deberá primar el deseo de búsqueda permanente, caracterizado por la creatividad, la innovación de las ideas y por el uso de métodos y técnicas idóneas.

La evaluación sumativa será una instancia más de la formativa. Se habla de evaluación sumativa para designar la forma mediante la cual se mide y juzga el aprendizaje con el fin de certificarlo, asignar calificaciones, determinar promociones, etc. Implica tomar las decisiones pertinentes para asignar una calificación totalizadora a cada alumno que refleje la proporción de objetivos logrados en una actividad, unidad didáctica o en el curso, correspondiente.

La evaluación, en el marco de los principios del constructivismo, deberá promover una participación amplia de todos los agentes involucrados en el proceso. Construir el aprendizaje implica el desarrollo de habilidades metacognitivas, por tanto, el alumnado deberá ser partícipe activo en su proceso de evaluación. Debido a ello, desde el comienzo del curso se fomentarán: la autoevaluación (donde el sujeto evalúa sus propias actuaciones) y la coevaluación (evaluación mutua de una actividad o trabajo).

 

CONTENIDOS PROGRAMÁTICOS: LITERATURA

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3° CICLO BÁSICO – Reformulación 2006

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1) Narrativa breve. El cuento. Su caracterización.

1) Horacio Quiroga.

2) Francisco Espínola o Juan José Morosoli.

3) Felisberto Hernández.

4) Gabriel García Márquez o Julio Cortázar o Juan Rulfo.

(El profesor deberá escoger tres de los cuatro ítemes planteados)

Además del tratamiento obligatorio de los autores reseñados, se realizarán lecturas de cuentos escogidos de alguno de los siguientes escritores: Javier de Viana; Eduardo Acevedo Díaz; Mario Benedetti; Mario Arregui; Jorge Luis Borges.

2) Lírica. La lírica. Sus características.

1) José Martí o Rubén Darío.

2) Julio Herrera y Reissig o María Eugenia Vaz Ferreira o Delmira Agustini.

3) Juana de Ibarbourou o Alfonsina Storni.

4) Pablo Neruda o Nicolás Guillén.

(El profesor deberá escoger tres de los cuatro ítemes planteados)

Además del tratamiento obligatorio de los autores reseñados, se realizará la lectura de textos escogidos de alguno de los siguientes poetas: Líber Falco o Juan Cunha o Jorge Arbeleche o Mario Benedetti o Idea Vilariño o Gabriela Mistral o Jorge Luis Borges o Ernesto Cardenal.

3) Lírica narrativa. Literatura gauchesca, Sus caracterí­sticas.

1) “Martín Fierro” José Hernández.

4) Dramática. La obra dramática. Sus características.

1) Florencio Sánchez.

2) Roberto Arlt (“La isla desierta”) o Agustín Cuzzani o Roberto Cossa u Osvaldo Dragún.

Además del tratamiento obligatorio de los autores reseñados, se realizarán lecturas complementarias de alguno de los siguientes autores: Jacobo Langsner o Carlos Maggi o Milton Schinca o Mauricio Rosencof .

La Comisión Programática estuvo integrada por:

Insp. Prof. Susana Nieto

Insp. Prof. Gustavo Iribarne

Prof. Rossana Migliónico (A.T.D.)

Prof. Estela Castelao (A.T.D.)

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El comienzo de la asignatura en Ciclo Básico supone la apertura de un componente especial para la construcción del conocimiento (y goce estético) en el educando. Ya se ha señalado que palabra escrita es un intento de perduración material y transmisión hacia el futuro. Pero identificar la Literatura solamente con lo escrito será anular una enorme e importante zona de lo literario porque debe considerarse que la Literatura es un hecho especial del lenguaje que cumple una función expresiva superando la mera transmisión de información sobre una realidad objetiva. En el campo literario, la palabra como vehículo de comunicación, es – además – una proyección individual del autor y una recreación estética cargada de contenidos expresivos que van más allá de la señalización lógica o científica.

Todo el fenómeno literario lo podemos estudiar como una interrelación de estructuras; como un conjunto de sistemas fusionados entre sí. Todas las obras literarias de la historia constituyen un elemento estructurado culturalmente y percibido como una totalidad histórica y actual. Lo literario inaugura un mundo de significados, es una forma muy especial y original de “conocer y acceder” la realidad y posee una codificación, una serie de leyes propias no supeditadas a los modos de clasificación comunes.

En su conjunto, la Literatura – según documentos de anteriores inspecciones – posee objetivos específicos referidos a la “transmisión del modelo humaní­stico, sensibilización ética y estética y estimulación del sentido crítico del educando”, más allá – por supuesto – del correspondiente desarrollo que hace a la comprensión lectora y la expresión escrita de los contenidos adquiridos. Aquí­ se enfatiza la idea de eliminar la posibilidad de un alumno pasivo y fusionar una metodología que permita articularse en ejes organizadores sin descuidar contenidos que partan de “la estructura disciplinaria (significación lógica); la estructura cognoscitiva de los alumnos; sus saberes e intereses (significatividad psicológica) y desde el contexto social y cultural (significatividad socio-cultural)”.Reiteramos el rechazo a la idea de un conocimiento enciclopédico cristalizado en la memoria reproductiva, (algo que se ha dado en llamar la “simulación del aprendizaje”, en donde se sustituye la mera información por el verdadero saber), sino que se busca apoyar al estudiante para la construcción del conocimiento en forma autónoma. Cabe recordar que en el Documento de Consulta sobre Conocimientos y Competencias en la Educación Media Superior se señala que “el uso conjunto de los términos conocimiento y competencias alude a la necesidad de considerar que, al cabo de la Educación Media, los alumnos deberían haber incorporado ciertos conocimientos pero no de un modo exclusivamente memorístico, sino que deberán ser capaces de utilizarlos para comprender diferentes aspectos de la realidad para enfrentar y resolver situaciones de cierta complejidad, así como para construir nuevos conocimientos e interpretaciones de la realidad”.

La Literatura, en definitiva, según señala Romera Castillo sirve “para enriquecer, esclarecer, despejar y dotar a los hombres de hoy de mayores y mejores armas para afrontar los desalientos y las contradicciones de la vida en tres aspectos fundamentales: 1) En el nivel individual, contribuyendo a la formación humana (valores) y estética del individuo; 2) En el nivel social, contribuyendo a formar una sociedad culta al servicio de la libertad, dignidad y solidaridad; 3) En el nivel técnico, contribuyendo al perfeccionamiento del uso del lenguaje (oral y escrito)”.

En la realización del educando, la Literatura logra desarrollar la capacidad de análisis a partir de los textos, generando – además – lectores electivos y críticos. La actividad desarrollada en el aula no sólo promueve macrohabilidades sino que enfatiza la capacidad de observación, comprensión, reflexión e inferencia, estimulando la sensibilidad estética y ética del alumnado.

La asignatura – obviamente – también pretende favorecer la creatividad e imaginación del estudiante a la vez que estimula la autonomía analítica y la capacidad de enfrentarse y resolver situaciones nuevas. El trabajo de aula – que desarrolla una labor especial en la optimización de la expresión oral y escrita – apunta al diálogo fluido donde los integrantes del grupo aprenden a fundamentar sus argumentos y conclusiones, respetando la opinión del compañero en medio de un sano intercambio de comentarios y valoraciones diversas. En este sentido, la Inspección de Literatura ha subrayado muy especialmente que “la educación no debe limitarse al conocimiento de la disciplina como única dimensión sino también a la reflexión, a la capacidad de transformar y de retroalimentarse en la investigación acción”.

El análisis de los textos, por consiguiente, encamina al estudiante a la argumentación y al respeto por la opinión del compañero, generando un auténtico espacio para el diálogo y fomentando la propia autocrítica. La enseñanza de la Literatura supone “, entonces, un “proceso de construcción de significados culturales” que fortalece los principios básicos de la convivencia.

Teresa Colomer en La educación lingüística y literaria en el aula sostiene que “la enseñanza de la literatura resulta muy sensible a los cambios producidos en los mecanismos de producción cultural y cohesión social de los distintos momentos históricos. Ello se debe a que la literatura se sitúa en el campo de la representación social, refleja y configura valores e ideologías y participa de la forma de institucionalizase la cultura a través del imaginario colectivo “Diversas propuestas han subrayado la importancia de generar un lector crí­tico, sensibilizar con respecto al gusto por la lectura y fomentar la creatividad en el alumnado. Dicha inquietud también había sido señalada, en su momento, por anteriores inspecciones al proponer – por ejemplo – núcleos variables en el Ciclo Básico con proyecto de taller literario para “incentivar la imaginación”, otorgando “un rol protagónico” al alumno.

El trabajo de aula a nivel de la asignatura – precisamente – pretende generar una profunda capacidad para el aprendizaje permanente. La construcción crítica del conocimiento necesita generar la “necesidad de aprender”. En este sentido, la Inspección ha subrayado muy especialmente que “la educación no debe limitarse al conocimiento de la disciplina como única dimensión sino también a la reflexión, a la capacidad de transformar y de retroalimentarse en la investigación acción”.

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